El pasado día 5-02-2011 tres miembros de la Agrupación Astronómica de Cáceres decidimos escaparnos a observar a la sierra Losareña, el buen tiempo provocado por un anticiclón que se quedo asentado en la Peninsula durante varios días, dejo los cielos de un azul radiante y con unas temperaturas casi primaverales, estas condiciones nos animaron a subir a El Brezo un lugar de la sierra de Losar ideal para disfrutar de la astronomía y de la naturaleza en general por encontrarse en un entorno maravilloso. Este es mi lugar de observación preferido, y solo tiene un pero...la subida deja mucho que desear, si bien es cierto que quizás por ello no se masifican las visitas de domingueros.
Partimos de Cáceres poco después de comer, con el coche cargado asta el techo de ropa de abrigo los prismáticos gigantes de Jesús, y por supuesto de víveres, parecía que nos marchábamos por un mes. Ya de camino, nos desviamos para pasarnos para coger unas naranjas en un pequeño terreno de mis padres situado en El Robledo, lugar en el que me aficione a la Astronomía y desde donde se capta una espectacular vista del conjunto de la sierra Verata.
Poco después partimos a Losar y desde allí comenzamos la ascensión hacia El Brezo, ya a mitad de la subida nos encontramos con el guarda de la reserva de la sierra que nos indico que más arriba el camino estaba en muy malas condiciones debido a la nieve y que con nuestro coche seria peligroso subir. Desde luego que no nos esperábamos encontrarnos con nieve, pero afortunadamente la casualidad quiso que otro buen amigo me dejara las cadenas de su vehículo por si acaso las necesitábamos, y lo cierto es que acertó de lleno, de no haber sido por el nos tendríamos que haber vuelto para casa. Con todo, la ascensión fue muy difícil, y fue curioso ver las caras de gente que nos miraban incrédulos al vernos subir con un simple turismo mientras que sus todo terrenos se habían quedado en el camino sin poder subir.
Debido a las dificultades encontradas llegamos ya tarde, casi al anochecer, tuvimos el tiempo justo para llevar las cosas al refugio he ir preparando el fuego para estar calentitos después de la observación.
Montamos Los 20x100 de Jesús y estuvimos contemplando uno de los cielos más espectaculares que he visto en mi vida…parecía que estuviéramos en el hiperespacio, la visión a simple vista era espectacular, podía captarse sin problemas M33, y con los 20x100 ya casi te caías de espalda. Pero además con una temperatura de 7º-8º, algo insólito teniendo en cuenta la época del año, el lugar situado a unos 1.300 metros y que estábamos pisando nieve. Después de unas horas de observación nos fuimos a dormir en nuestros sacos subidos en las literas de madera del refugio, la verdad que el tener el refugio a pie del lugar de observación no tiene precio sobre todo en los meses de invierno.
Ya por la mañana avivamos el fuego desayunamos y después estuvimos contemplando la sierra con los prismáticos y avistamos algunas cabras montesas que aprovechaban los primeros rallos del sol de la mañana subidas en la roqueda. Después nos dimos un paseo por los alrededores, y nos encontramos y compartimos un rato agradable con el guarda de la reserva. Después a eso de las 12.00h iniciamos el descenso ya sin problemas, y como no podía ser de otro modo hicimos una parada en el Bar Moruchero para jalarnos unas buenas mollejas guisadas con un estilo inimitable desde hace más de 50 años.
Por ultimo partimos para Cáceres comentando lo bien que lo habíamos pasado y con muchas ganas de repetir la experiencia, y de hacer algunas rutas por los bellos parajes de la serranía Losarea. El único inconveniente es que con ese viaje jubile mi querido compañero el Ford Mondeo que con sus 400.000 kilómetros jamás me ha quedado tirado pero tenia que gastarme bastante dinero en ponerlo a punto y he creído conveniente cambiar de coche, de todos modos seguirá funcionando puede que por bastantes años ya que se lo ha quedado un compañero que al cabo del año no hace ni 3.000 kilometros. El coche que he cogido es bastante más bajo por lo que no podre utilizarlo para subir por la pista, pero ya veremos como nos las apañamos, porque si hace falta alquilamos un todo terreno y listo.
Animo a todo aquel que ame la naturaleza y disfrute observando en lugares únicos, a pasarse por El Brezo, la satisfacción esta garantizada.
Bonita crónica.
ResponderEliminarHabrá que ir pensando en esa futura reunión en cuanto llegue las buenas temperaturas.
Saludos
Paco
Hola Paco,
ResponderEliminarGracias, lo cierto es que fue una experiencia inolvidable, tanto por las circunstancias que concurrieron como por el lugar siempre maravilloso. Lastima y a la vez gracias a que este lugar tan especial no tenga un buen acceso, esto es así hasta el punto de que con el coche que tengo actualmente ya no me atreveré a subir, pero ya he mirado incluso la posibilidad de alquilar un coche tipo berlingo, hare lo que sea pero no estoy dispuesto a renunciar a subir, tanto por la observación astronómica, como por la infinidad de rutas espectaculares que hay en la sierra, lugares únicos para olvidarse del mundanal ruido y reencontrarse con la naturaleza.
Con respecto a la futura reunión, ya me gustaría que fuera en El Brezo, pero por la distancia para vosotros y por el problema del acceso comentado, es bastante complicado hacerla allí, de todos modos hay otras buenas opciones que podemos ir viendo.
Saludos
José Antonio